miércoles, 29 de enero de 2014

Los Estados descentralizados: ventajas y riesgos


El Federalismo se suele coger como mejor ejemplo de Estado descentralizado y básicamente es un reparto de poder entre el Gobierno central -situado en una o varias capitales- y una serie de sub-divisiones de un país (que pueden denominarse de diferente manera: cantón, autonomía, provincia... y tener diferente naturaleza en función de la relación con la Federación como el caso ruso que tiene a la vez repúblicas, regiones autónomas, etc).

   No debemos confundir el modelo federal con el confederal, el cual va más allá y dota de poco poder al gobierno central (entre las cuales hay competencias clave e intransferibles en el modelo federal como las relaciones internacionales o el sistema fiscal). 


"El federalismo debería ofrecer una enérgica búsqueda de fines comunes mientras mantiene las integridades respectivas de todas las partes"
"Daniel J. Elazar"


El federalismo parece la opción más adecuada en macroestados como Los Estados Unidos, India, Brasil o Rusia o en países con divisiones internas como Bélgica, Suiza o España. España es una anomalía pues en principio es un Estado unitario, aunque de hecho los territorios tienen tanta autonomía como en los sistemas federales.


   En general los modelos federales a nivel mundial parecen dar buenos resultados. Algunos de los países gozan de un buen nivel de vida para los ciudadanos además de ser sistemas estables. Podríamos citar algunos ejemplos como Alemania, Suiza o Australia. Casos como los de Brasil o la India no parece indicar que el modelo federal sea el responsable del subdesarrollo de parte de la población sino que éste ocurre por otras cuestiones estructurales que seguramente también existirían bajo un Gobierno unitario.

   No obstante los sistemas federales no están exentos de riesgos y crisis -en ocasiones muy sonoras- que pueden degenerar en desgobierno y conflicto.

Los Estados Unidos

El caso del federalismo en los Estados Unidos, nace de un acuerdo político alcanzado en la Convención Constitucional de Filadelfia de 1787. La experiencia demostraría tiempo después que esta primera estructura confederada no funcionaba demasiado bien, por lo que la tendencia en éste país ha sido la centralización progresiva de cuestiones clave como el Banco Central o las políticas que defienden los Derechos Civiles. 

   Una de las famosas crisis sociales norteamericanas (enlazando con la Guerra de Secesión) que hizo crujir el sistema de reparto de poder de los estados de la Federación fue durante la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos durante la administración Kennedy, que provocó que algunos políticos sureños como George Wallace agitaran sus derechos locales frente a las políticas establecidas por Washington. Básicamente algunos políticos del sur consideraban que cualquier intento del poder federal por acabar con el sistema de segregación racial de sus estados era un atentado contra su derecho a ser independiente (La verdad es que la tradicional oposición de los Estados sureños norteamericanos a Washington en este asunto venía de lejos. Recomiendo leer el caso Dred Scott contra Sandford).

   Este ejemplo es bueno para explicar que los sistemas federales no están exentos de riesgos, como el empeño de poderes locales a apoyar políticas que nada tienen que ver con el interés del conjunto de la nación (o como en este caso de buena parte de sus propios vecinos). De todas maneras Kennedy dará un golpe sobre la mesa y gracias al apoyo de la Guardia Nacional se aplicarán los cambios. El sentido común acabará imponiéndose ya que la opinión general de la clase política y de buena parte de la sociedad norteamericana era precisamente acabar con ese sistema racista heredado en cierto modo (aunque con matices) de la esclavitud. 


"Debe ser posible, a corto plazo, que todo estadounidense pueda disfrutar de los privilegios de ser estadounidense sin importar su raza o color. A corto plazo, todo estadounidense debe tener el derecho de ser tratado como le gustaría ser tratado, como a uno le gustaría que trataran a sus hijos."
"Discurso de John F. Kennedy sobre los Derechos civiles, 11 de junio de 1963

Aquí tenemos uno de los discursos de marras de este señor llamado George Wallace:



Canadá

En el contexto americano también tenemos otras federaciones notables como México o Canadá. Posiblemente esta última es el ejemplo de típica federación donde al menos uno de los sujetos forma parte del sistema como estructura administrativa y para preservar una serie de elementos culturales propios del territorio destacando la religión católica (en el pasado pero ya menos importante) y la lengua (el francés) seguramente el símbolo de identidad más importante de los quebecois.

File:Quebec national assembly.jpg
Asamblea Nacional de Quebec

En Quebec han sido famosos a lo largo de la Historia algunos momentos de tensión especialmente en el siglo XX. Algunos incidentes han tenido incluso alcance internacional como el famoso discurso de Charles de Gaulle en Montreal en 1967 que molestó al gobierno canadiense:


Aunque es un asunto inconcluso, la tensión que venía arrastrando el Gobierno de Quebec con la Federación Canadiense parece haberse suavizado en los últimos años. Ya veremos qué pasa si la coyuntura económica cambia en un futuro.

España

El caso español es especialmente particular por lo complejo -y bajo mi punto de vista ineficaz- del sistema. Las personas que me conocen saben que no soy muy amigo de cómo ha implementado la Constitución española de 1978. ¿Los problemas son el resultado de una mala práctica o es que la norma suprema nace ya imperfecta? Sobre esto se podría discutir largo y tendido. De cualquier modo, algunos políticos de los 70 creyeron que con un sistema mixto donde se desarticulaba parte del Gobierno central en favor de los territorios se aplacarían los nacionalismos periféricos. 

El tiempo ha demostrado que estaban equivocados. 

File:Constitucion espanola 1978.JPG
Ejemplar de la Constitución conservado en el Congreso de los Diputados

   En 1978 nace una estructura política un tanto amorfa: Un Estado unitario que sin embargo no lo es, lo que a su vez provoca infinitos debates (también con los representantes regionales no nacionalistas) sobre las competencias y carga presupuestaria que deben tener los diferentes organismos que forman la administración del Estado. Como no estaba muy definido los límites de esta estructura, mas o menos dinero y competencias, ha sido moneda de cambio de algunos de los gobiernos españoles con formaciones nacionalistas destacando la coalición entre PSOE y CiU en 1993 y entre PP y de nuevo CiU en 1996. 

   La AEVAL, creada el 1 de enero de 2007 emitió un informe en 2011 reflexionando sobre ventajas e inconvenientes de los modelos descentralizados en la administración, donde señalan, -y lo suscribo completamente- que en general se suele partir de la idea firme de que un modelo descentralizado es siempre mejor, sin tener en cuenta las amenazas inherentes a los modelos en los cuales no siempre parece clara la frontera de competencias entre los gobiernos regionales y el poder de la nación.

"En la mayoría de los países con un modelo de organización descentralizada del poder se asume que tal sistema tiene más ventajas que inconvenientes o incluso que éste es el único modelo de Estado viable.

Se ha argumentado que un sistema de gobierno multinivel responde mejor a la acomodación de las identidades diversas y, en general, contribuye a fortalecer la calidad de la democracia. Asimismo, la idea de descentralización ha estado ligada a la e ficacia, e ficiencia y calidad de la acción pública."
"La AEVAL en su Informe sobre «La eficacia de la acción pública en el Estado Autonómico: diagnóstico y propuestas de mejora»
4 de marzo de 2011


Efectivamente, lejos de aplacar a los partidos políticos que alimentan los nacionalismos periféricos, la Constitución establecida en 1978 no ha cerrado un debate constante que consume valiosos recursos del Estado. Por no hablar de los innumerables trastornos a la hora de la toma de decisiones, durante el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas y unos instrumentos de cooperación territorial ineficaces (altamente politizados).


"Frente a las ventajas de la descentralización, se suelen oponer ciertas disfunciones o ine ficiencias, entendidas éstas como prácticas o modos de funcionamiento del sistema que pueden afectar negativamente a la eficacia de las políticas públicas (confusión competencial, fallos de coordinación, duplicidad de actuaciones, proliferación de normativas, inexistencia de una cultura de la cooperación, etc.)."

La AEVAL en su Informe sobre «La eficacia de la acción pública en el Estado Autonómico: diagnóstico y propuestas de mejora» de 4 de marzo de 2011

En conclusión, los modelos administrativos descentralizados presentan una serie de ventajas que permiten evitar la sobrecarga de una administración central a la vez que das voz a los poderes locales pero también inconvenientes, en ocasiones muy peligrosos, para el propio sistema en sí mismo como la divergencia irreconciliable de intereses políticos o la sedición. Los Estados que decidan adoptar modelos descentralizados deberán desarrollar mecanismos que les protejan de las posibles amenazas que puedan surgir en su seno como resultado de la pérdida de perspectiva que pueden padecer los intereses locales con respecto a los intereses de la nación.

Enlaces

Eamonn Butler (2012). Opción pública--A Primer (PDF)

Informes de la AEVAL:

Caso Dred Scott contra Sandford:



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